9 de octubre – Quién
«Entonces Jesús les dijo: Y vosotros, ¿quién decís que soy? (…)» Marcos 8:29 (RVR)
El relato sucedió en Cesarea de Filipo, una región que era gobernada por Felipe, hermano de Herodes (el que mató a Juan el Bautista). En esa región, estaban representadas todas las religiones más significativas de la época. Había un templo muy importante de Baal, estaba la cueva del dios Pan de los griegos, y había un templo de mármol blanco, edificado para César, el dios emperador.
Y en medio de tantas religiones e ideas religiosas, Jesucristo le preguntó a sus discípulos, que pensaban de Él las personas. Los discípulos le comentaron, que para algunos era Juan el Bautista, para otros Elías, o algún otro profeta.
Y llegamos a la pregunta importante. Jesucristo personalizó la pregunta: ¿Quién es Jesús para vos? Y esa pregunta siguió flotando hasta hoy. Es como que se repite permanentemente. Porque lo importante no es que opinan los demás de Jesús, sino cuál es tu opinión. Cuál es tu relación personal con Jesucristo.
Es un llamado a volver a los pies de la cruz y recordar su enorme obra. Y más allá de la rutina de la iglesia, de la costumbre del culto, de las reuniones, de las actividades, de las canciones, una vez más surge la pregunta: ¿Quién es Jesús para vos?
No mezcles a Jesús con la iglesia. Tu relación íntima y personal no debe ser en primer lugar con los hermanos, o con la Iglesia, sino con Jesucristo. Esa amistad con Jesús, es el origen de toda buena relación. Después, la consecuencia es que vas a tener una buena relación con todos los demás. Pero lo más importante, es analizar qué significa Jesús para vos.
Quizá sea sólo una costumbre religiosa, alguien a quien recurrir cuando hay algún problema, una serie de normas prohibitivas para regular la vida, una careta del fin de semana, o alguien a quien le prestás poca atención. Pero quizá, también, podés responder como Pedro: que Cristo es para vos el Glorioso Rey del Universo y de tu vida, el centro de la creación y de tu existencia, el Digno de ser alabado, adorado y bendecido. O bien es aquél que te entiende, te consuela, y te perdona. El que te ama incondicionalmente, a pesar de nuestra ingratitud.
Es tiempo de reflexionar, de mirar hacia tu interior, para ver qué representa Jesús en tu vida.
REFLEXIÓN — ¿Quién es Jesús para vos?
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