Tu Condición en Cristo

Te animo a que imprimas estas verdades. Léelas y medita en ellas todos los días.
QUIEN SOY YO:
Yo soy justo y santo (Ef. 4:24)
Yo soy un hijo de Dios (Jn. 1:12)
Yo soy amigo de Cristo (Jn. 15:15)
Yo soy la sal de la tierra (Mt. 5:13)
Yo soy la luz del mundo (Mt. 5:14)
Yo soy enemigo del diablo (1 P. 5:8)
Yo soy siervo de la justicia (Ro. 6:18)
Yo soy una nueva creación (2 Co. 5:17)
Yo soy prisionero de Cristo Jesús (Ef. 3:1; 4:1)
Yo estoy escondido con Cristo, en Dios (Col. 3:3)
Yo soy santo (Ef. 1:1; 1 Co. 1:2; Fil. 1:1; Col. 1:2)
Yo soy un miembro del cuerpo de Cristo (1 Co. 12:27)
Yo soy conciudadano del resto de la familia de Dios (Ef. 2:19)
Yo soy participante de Cristo; yo participo de su vida (He. 3:14)
Yo soy coheredero con Cristo y comparto su legado con Él (Ro. 8:17)
Yo soy nacido de Dios, y el malo -el diablo- no puede tocarme (1 Jn. 5:18)
Yo soy escogido de Dios, santo y entrañablemente amado (Col. 3:12; 1 Ts. 1:4)
Yo estoy reconciliado con Dios, y soy ministro de reconciliación (2 Co. 5:18,19)
Yo soy conciudadano del cielo, y estoy sentado en el cielo ahora mismo (Fil. 3:20; Ef. 2:6)
Yo soy un peregrino extranjero y exilado en este mundo donde vivo transitoriamente (1 P. 2:11)
Yo soy hechura de Dios -su manufactura- nacido de nuevo en Cristo, para hacer su obra (Ef. 2:10)
Yo soy templo de Dios -una vivienda suya-. Su Espíritu y su vida viven en mí (1 Co. 3:16; 6:19)
Yo soy una de las piedras vivas de Dios, y estoy siendo edificado en Cristo como casa espiritual (1 P. 2:5).
Yo soy miembro escogido del linaje, del real sacerdocio, de la nación santa, del pueblo adquirido por Dios (1 P. 2:9,10).
Puesto que yo estoy en Cristo, por la gracia de Dios…
Cristo mismo es en mí (Col. 1:27)
Estoy completo en Cristo (Col. 2:10)
Me ha sido dada la mente de Cristo (1 Co. 2:16)
Soy libre por siempre de toda condenación (Ro. 8:1)
Fui bendecido con toda bendición espiritual (Ef. 1:3)
Fui resucitado y sentado con Cristo en el cielo (Ef. 2:6)
Fui redimido y perdonado; recibo las riquezas de su gracia
Tengo acceso directo a Dios por medio del Espíritu (Ef. 2:18)
Fui enterrado, levantado y resucitado con Cristo (Col. 2:12,13)
Me fue dado espíritu de poder, amor y dominio propio (2 Ti. 1:7)
Fui justificado -completamente perdonado y hecho justo- (Ro. 5:11)
Puedo acercarme a Dios con seguridad, libertad y confianza (Ef. 3:12)
He muerto con Cristo y morí al poder del pecado en mi vida (Ro. 6:1-6)
Fui salvado y puesto aparte conforme al quehacer de Dios (2 Ti. 1:9; Ti. 3:5)
Fui librado del dominio de Satanás, y trasladado al reino de Cristo (Col. 1:13)
Fui predestinado -no determinado por Dios- para ser adoptado como hijo de Dios
(Ef. 1:5)
Fui redimido y perdonado de todos mis pecados. La deuda contra mí fue cancelada
(Col. 1:14)
Fui elegido en Cristo antes que el mundo fuera creado para ser santo, y soy inocente ante Él (Ef. 1:4)
Fui comprado por un precio; no soy dueño de mí mismo, sino que pertenezco a Dios
(1 Co. 6:19,20)
Puesto que he muerto, ya no vivo para mí, ni por mi mismo, sino para Cristo, y por Cristo (2 Co. 5:14,15)
Dios me dió preciosas y grandísimas promesas, por las cuales soy participantes de la naturaleza divina (2 P. 1:4)
Morí con Cristo, y fui resucitado con Cristo. Ahora mi vida está escondida con Cristo en Dios. Ahora mi vida es Cristo (Col. 3:1-4)
He recibido el Espíritu de Dios en mi vida, para que sepa que las cosas me son gratuitamente dadas por Dios (1 Co. 2:12)
Fui crucificado con Cristo, y ya no vivo yo, sino Cristo vive en mí. La vida que ahora estoy viviendo es la vida de Cristo (Gá. 2:20)
Tengo el derecho de acercarme confiadamente al trono de Dios, para alcanzar misericordia, y hallar gracia en momentos de necesidad (He. 4:16)

Artículos relacionados

Respuestas

Responder a Kena

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Cancelar la respuesta