Versículos Bíblicos para Cuando sientes que Dios te ignora y te sientes lejos de Dios

Hace unos días me sorprendió encontrar algunas frases que la gente escribe en el buscador más famoso, términos como “por qué siento que Dios me ignora”, “Razones por las que Dios no escucha la oración”, “Por qué Dios no me ayuda cuando más lo necesito”, “qué hacer cuando me siento lejos de Dios” y “Por qué no siento a Dios cuando oro”, entre muchas otras.

Y es que a todos nos ha pasado. Estás tratando de mantenerte en comunión con el Señor, pero últimamente parece que Él se ha olvidado de ti, y todo parece indicar que te está ignorando.

¿Qué está pasando?

Bueno, primero y principal, la solución NO es abandonar a Jesús. Ignorar a tu Señor y volverte un ateo sólo porque no sientes, no va a solucionar el problema.

La movida es actuar como si Jesús estuviera ahí contigo, aunque no puedas sentir Su presencia.

¿Por qué? Porque Él está contigo y dentro de ti. Siempre. Y lo sabemos porque así lo afirma Su palabra, en Hebreos 13:5, cuando dice:

No amen el dinero; estén contentos con lo que tienen, pues Dios ha dicho: «Nunca te fallaré. Jamás te abandonaré». Hebreos 13:5 (NTV)

En otra versión dice: “Nunca te dejaré ni te desampararé.”

Y el mismo Jesús nos dijo, y te lo recuerdo:

“Y tengan por seguro esto: que estoy con ustedes siempre, hasta el fin de los tiempos”. Mateo 28:20 (NTV)

Y de eso se trata la fe. Es cuando no puedes ver ni sentir, pero sabes que Jesús dijo que siempre estaría cerca y que nunca te dejaría (y Él no es un mentiroso). Así que vives en consecuencia.

Como dice la Escritura:

“Sin fe es imposible agradar a Dios. Todo el que desee acercarse a Dios debe creer que él existe y que él recompensa a los que lo buscan con sinceridad.” Hebreos 11:6 (NTV)

Si guiarte por tus sentimientos y emociones no te está funcionando, entonces deberías investigar qué está ocurriendo y qué puedes hacer para vivir en Su presencia todos los días.

Y una vez más, la respuesta está en la Palabra de Dios, cuando dice, en Santiago 4:8-10:

“Acérquense a Dios, y Dios se acercará a ustedes. Lávense las manos, pecadores; purifiquen su corazón, porque su lealtad está dividida entre Dios y el mundo… Humíllense delante del Señor, y él los levantará con honor.” Santiago 4:8-10 (NTV)

Incluso si vivieras en total pureza y te recluyeras en algún monasterio, aun así, sentirías la ausencia de tu Señor, y es completamente normal (al igual que cuando sí puedes sentir y disfrutar Su presencia: Ambas no son estados permanentes).

¿Cuál es la conclusión?

Cuando parezca que Jesús se fue a dar un paseo bastante largo, no lo hagas a un lado.

Al contrario, sigue aferrándote a Él como nunca antes, apóyate en Él por fe, deshazte de esos pecados que puedan estar agobiándote, y verás qué rápido cambian las cosas.

“Por eso, nosotros, teniendo a nuestro alrededor tantas personas que han demostrado su fe, quitémonos todo peso que nos impida correr, especialmente el pecado que tan fácilmente nos hace tropezar. Y corramos con perseverancia la carrera que Dios nos ha puesto por delante.” Hebreos 12:1 (DHH y NTV)

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