13 de Septiembre – Sostener
“Mi alma está apegada a ti, tu diestra me ha sostenido.” Salmos 63:8 (NVI)
Sostener
Apoyo. Una palabra tan corta pero que encierra tanto. Todos lo necesitamos, todos lo queremos, todos lo buscamos. Pero no todos lo tenemos. Hoy hay gran cantidad de personas que están solas. A pesar de estar rodeadas de miles de seres, se sienten solas. Pueden estar dentro de un estadio de football con 50.000 personas más, pero se sienten solas.
Puede ser por muchos motivos, por los problemas, por la angustia, por la frustración, por la enfermedad, puede ser por temas reales o imaginarios, pero es indudable que muchas veces nos sentimos como el salmista: solos. David tenía motivos para sentirse así. Fue perseguido por el rey a quien servía fielmente, fue menospreciado por una de sus esposas, fue exiliado por uno de sus hijos, y estuvo deambulando gran parte de su vida, escapando de sus perseguidores.
Sin embargo, frente a tanta tristeza y dificultad, David pudo decir que la diestra de Dios lo ha sostenido. Qué fuerza tiene esta frase. Nadie tan poderoso y seguro como Dios. Nadie tan estable y confiable. El alma de David estaba pegada a Dios. Tal era su comunión, que ni aun los problemas lo podían separar de Dios, incluso producían el efecto inverso. Lo acercaban más a la fuente de seguridad.
Nosotros somos distintos. Estamos acostumbrados a pasarla bien, pero cuando nos sucede algo que no nos agrada, comenzamos a pedir explicaciones y dejamos de orar, de leer la Biblia, de asistir a la iglesia, y encontramos cientos de razones para justificarnos. Nos alejamos de Dios, en lugar de acercarnos. Parece que es fácil enojarse con Dios cuando las cosas no nos sonríen, y ese enojo injustificado te aleja cada vez más de Él. Y lo que hacemos es hundirnos más.
Debemos tomarnos de la mano poderosa de Dios para salir a flote. No es que van a desaparecer los problemas como por arte de magia. No es que sorpresivamente todo va a cambiar. Pero es seguro que la poderosa mano de Dios te va a dar tranquilidad.
En medio de la más terrible tormenta de problemas, entre los fuertes vientos de la desesperación y la angustia, Dios sigue siendo ese refugio seguro y seco. Dios sigue siendo tu apoyo. No lo desprecies.
REFLEXIÓN – Dios o la inseguridad.
Si no fuera porque Dios me ha sostenido yo no estuviera en pie, aunque a veces me he desanimado, Dios no me deja sola y me da fuerzas para seguir y puedo descansar en Él. Porque confió en sus promesas que están en su palabra, Dios me ha demostrado que esta conmigo y mas aun en las luchas que enfrento cada día.
El poder de la palabra de Dios ,siempre nos da dirección y valencia de seguir adelante!
Gracias mi padre celestial por amarme tanto y darme la salvación por el sacrificio de Jesús mi Salvador y Señor!
(Temprano yo te buscaré/Marcos Witt)
“Mi socorro has sido Tú,
en la sombra de tus alas yo me gozaré,
mi alma está apegada a Ti,
por que tu diestra — me ha sostenido, “