14 de octubre – Comunión
“Les anunciamos lo que hemos visto y oído, para que también ustedes tengan comunión con nosotros. Y nuestra comunión es con el Padre y con su Hijo Jesucristo.” 1 Juan 1:3 (NVI)
Tomamos con Miriam unas conferencias en Cinco Saltos, en la provincia de Río Negro. Nunca habíamos estado allí, un lugar que queda a más de 1200 kilómetros de casa. Llegamos sin saber a ciencia cierta con qué nos íbamos a encontrar. Siempre genera algo de inquietud la situación de enfrentar a desconocidos. Pero, Dios volvió a sorprendernos con la bendición que nos estaba esperando.
Por lo general, en este tipo de eventos maratónicos con tantas reuniones, el orador entrega el mensaje y regresa a su casa. Pero, esta conferencia en Cinco Saltos fue una caricia para nuestra alma. Habíamos llegado muy cargados por el tema de la cirugía y la lenta recuperación de Juampi. Y el amor de los hermanos de aquel lugar fue increíble. ¿Qué tienen en común dos personas que no se conocen, más que por mail? La comunión con Dios.
El domingo de la conferencia fuimos a cenar a la casa de Eduardo Páez. Cualquiera que nos hubiera visto, podría pensar que teníamos una amistad de toda la vida. Pero no. A Eduardo y a Rubén los conocí ese fin de semana. Nunca antes nos habíamos visto. Sólo por ser parte del cuerpo de Cristo, nos habíamos hecho íntimos. Es la comunión con Dios, que elimina las distancias y las diferencias, que nos hace conocidos a los desconocidos.
Común unión. Es el secreto para unificar la Iglesia de Cristo, y nos permite hablar el mismo idioma a pesar de las distancias. Es asombroso como Dios hace las cosas para beneficio de sus hijos. La Iglesia es el lugar donde se manifiesta Su gracia en toda su expresión, o por lo menos, debería serlo. Aprendí esto en Río Negro: La iglesia tiene el valor de sus miembros.
Si te quejás de que en tu iglesia hay poco amor, poca comprensión o interés, es tiempo de que mires hacia adentro y analices cuánto estás poniendo vos de esos ingredientes. Porque si faltan, es porque vos no los estás poniendo. Dios hoy nos desafía a introducirnos en Su plan: ser parte de la comunión de la Iglesia. Y vos sos un factor fundamental en esto. Tu aporte es necesario para que también donde vos estás, la comunión de los unos con los otros, sea la misma que la del Padre con el Hijo.
REFLEXIÓN – Sumate al Plan.
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