15 de Agosto – Alabanza


“Tenían además que asistir todos los días por la mañana y por la tarde para dar gracias y tributar alabanzas a Jehová.” 1 Crónicas 23:30 (RVR)
Alabanza
A nadie le gusta ser segundo. El puesto más difícil para cubrir en cualquier orquesta es el del segundo violín. Todos desean ser el primer violín, aunque toque menos. Lo importante es el título. Nadie quiere ser el segundo, nadie quiere pasar desapercibido. A todos nos gusta la fama.
Los levitas estaban bajo la autoridad de los hijos de Aarón, y servían en la casa de Jehová, “en la purificación de toda cosa santificada, y en lo demás de la obra del ministerio en la casa de Dios”. Ellos eran personas santas y dedicadas a cargos sagrados.
Es valioso saber que los levitas asistían diariamente por la mañana y por la tarde a tributar alabanzas al Señor en señal de agradecimiento.
No eran sacerdotes, no podían ofrecer sacrificios y ministrar en el santuario. Eran los responsables del orden del templo, de dejar todo acomodado, de limpiar los candeleros y elementos para el sacrificio.
Quizás nadie veía su trabajo ni nadie se daba cuenta, pero cada mañana estaba todo preparado y listo para realizar el oficio. Seguramente, los que iban al servicio religioso ni se daban cuenta de ese orden. Era algo tan habitual, que lo daban por hecho.
Es significativa esta aclaración que hace la Biblia. Estos hombres, trabajadores anónimos que realizaban las tareas que pocos querían, y servían a Dios lejos del aplauso, cada mañana y cada tarde iban al santuario para alabar a Dios. No importaba lo cansado que estuvieran o el trabajo que les quedara pendiente, ellos deseaban adorar.
Hoy estamos bastante lejos de esa actitud. Hacemos de la alabanza el resultado de un estado de ánimo. Si todo marcha bien y estoy contento, entonces alabo con ganas y placer. Pero si las cosas no andan muy bien y estoy triste o enojado, entonces mi alabanza es mediocre, y a veces, ni siquiera alabo.
Tenemos que recordar lo hermoso que es alabar al Señor con corazones puros, independientemente del estado de ánimo. Debemos recordar lo grande y bueno que es Dios para motivarnos a la alabanza. Hoy es un muy buen momento para comenzar a hacerlo. Hoy es un muy buen momento para comenzar a alabar a Dios.
REFLEXIÓN – Alabanza independiente, para hacerla animada. No se entiende!!!

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