15 de septiembre – Hazaña
“Otros sufrieron la prueba de burlas y azotes, e incluso de cadenas y cárceles.” Hebreos 11:36 (RVR)
El mundo habla de él
Del Potro continúa sacudiendo al mundo del tenis: en el 2009 había sobresalido ganándole a Federer en cinco sets, en una histórica final. Es el tercer argentino que ganó el Abierto de Estados Unidos., «Es lo que siempre soñé de chiquito», dijo emocionado en aquella oportunidad, cuando apenas tenía 20 años. Había comenzado nervioso, pero más tarde se recuperó y fue mejor en las situaciones límite finalizando con una memorable actuación.
Fue emocionante ver aquél partido ante Federer. El corazón argentino sufría cada revés y disfrutaba cada punto del tandilense. ¡Le ganó al número uno del mundo! Una hazaña. Todos hablaban de Del Potro, porque había sido el salvador de nuestros fracasos deportivos. Ya nadie se acordaba que la selección de fútbol había perdido contra Brasil y Paraguay. Todos hablábamos de tenis. Y sus victorias continuaron hasta hoy.
Nadie está ajeno a la notable perfomance del joven de Tandil. El mundo habla de él. Es noticia en todos los diarios, tapa de muchos, es una de las noticias actuales más buscadas en Internet. Se constituyó en un acontecimiento famoso y notorio a pesar de que el joven Del Potro, en su sencillez, intenta mantener un perfil bajo.
Siempre se recuerda a los ganadores. Si uno lee la galería de la fe en Hebreos 11, va a encontrar muchos nombres de grandes personajes que hicieron cosas maravillosas. Actualmente hubieran ocupado la tapa de los diarios o de las portadas de Internet: Moisés, Josué, Abraham, Gedeón y tantos otros. Pero están también los se recuerdan como “otros”. Anónimos y desconocidos, no sabemos su nombre ni qué hicieron. Son otros, algunos o muchos que tuvieron una responsabilidad y la cumplieron. “Otros” que sufrieron por el Nombre de Cristo, tanto o más que los famosos y reconocidos. Pero sin nombre.
Tampoco sabemos si realizaron alguna hazaña, o algún milagro, o si simplemente sufrieron en silencio por su fidelidad a Dios. Tal vez no conozcamos quienes fueron, pero en el Cielo, hay un libro en el que Dios tiene anotadas cada una de sus acciones. Dios no se maneja con los principios de las tapas de los diarios. Él tiene anotado el nombre y todos los datos de aquellos “otros” de Hebreos. Tal vez no seas Del Potro, pero Dios sabe lo que hacés. No sos uno más del montón.
REFLEXIÓN – Sos famoso para Dios.
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