17 de Agosto – Cansado

«Habéis cansado al Señor con vuestras palabras. Y decís: ¿En que le hemos cansado? Cuando decís: Todo el que hace mal es bueno a los ojos del Señor, y en ellos El se complace; o: ¿Donde esta el Dios de la justicia?» Malaquías 2:17
Cansado
Leí hace poco esta noticia. El chofer de una combi que trasportaba chicos discapacitados a sus terapias diariamente, fue acusado de abusar sexualmente de los chicos. El hombre fue encontrado culpable por el tribunal, pero hasta que no se dictara en firme la sentencia, los jueces consideraron que po día quedar en libertad, hasta que se dicte la sentencia.
Es una atribución de los jueces tomar esa decisión. Esta dentro de sus posibilidades legales. Pero ese hecho provoco un sinnúmero de quejas y reclamos. Todo empeoro, cuando por la presión de la prensa y la comunidad, los jueces revocaron la decisión y enviaron a la policía a buscar al violador en su domicilio.
El hombre no estaba. Se había escapado. Esto termino por agotar la paciencia de todos. Si hasta ese momento, había cierta paciencia para con la justicia, después de ese hecho lamentable, se agotó. Todos los que hablaban por la radio o por la televisión decían más o menos lo mismo. Estaban horrorizados que estos jueces hayan actuado de una manera tan tonta y negligente. Y preguntaban si hubieran dejado libre al violador, si este viviera al lado de su casa.
La ciudadanía se cansó de tanta impunidad y exigió un cambio urgente. Se manifestó en la calle, en las radios, en la tele. El cansancio provocó enojo y el enojo una reacción ciudadana. La causa era más que justa, y la gente se manifestó.
Malaquías sabía que el cansancio provoca reacciones y que el pueblo estaba actuando mal. Que su conducta cotidiana, estaba cansando a Dios, y que sus caprichos solo lo ofendía. Hoy actuamos igual que ese pueblo tonto. Creemos que podemos jugar con Dios llamando bueno a lo malo o limpio a lo sucio. Pero nuestra actitud cansa a Dios.
Hay que ser muy pesado para cansar a Dios, que tiene una paciencia infinita. El pueblo de Israel lo logro. Y genero una reacción de justicia de parte de Dios que castigo sus malos actos. Hoy nosotros actuamos con la misma indiferencia. Cuidado con lo que haces, no canses a Dios. No te abuses de su amor.
REFLEXIÓN – No cansés a Dios.

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