18 de octubre – Muralla
“Pero el Señor afirma: Yo seré una muralla de fuego alrededor de Jerusalén, y en medio de la ciudad mostraré mi gloria” Zacarías 2:5 (RVR)
En las guerras de tiempos antiguos no existían tanques, misiles aire tierra, granadas, morteros, ametralladoras o aviones que tiraran bombas. Había solo lanzas, flechas y espadas. Solo los más poderosos imperios contaban con catapultas. Por lo general, la lucha era cuerpo a cuerpo.
Siempre ganaba quien poseía mayor cantidad de soldados. No había lugares seguros en el campo de batalla. La muerte asechaba en cada rincón. En este tipo de peleas, la única defensa posible era huir o esconderse dentro de una ciudad amurallada. Todos sabían que cuanto más alto sea la muralla exterior de la ciudad, tanto mejor sería la seguridad.
Todo soldado sabía que atacar una muralla alta, era un suicidio. Se necesitaba subir, de a uno por vez, por una escalera endeble y saltar dentro de la muralla, donde estaban esperando un grupo de enemigos con lanzas, espadas y palos. La muerte era segura.
Del otro lado, esa muralla era para los ciudadanos de la ciudad, su último bastión de seguridad. Les daba confianza y tranquilidad ya que esa pared alta los protegía de sus enemigos y de los peligros externos. Esa pared los mantenía aislados de los problemas de afuera.
Por eso Zacarías puede decir que Dios es su muralla. En medio de tantos problemas, de tanta angustia, de tantas dificultades, Dios era para Zacarías su muralla de contención. Era quien lo mantenía aislado de las dificultades.
Tanto que, dentro de la ciudad, en la vida de Zacarías, Dios mostraba su gloria.
Hoy, tal vez estés pasando un momento difícil o malo. Zacarías te recuerda que Dios sigue siendo tu muralla fiel. Aquel que te protege de los problemas y te da seguridad. Dios sigue siendo poderoso para mostrar su gloria en tu vida.
No bajes los brazos. Te sostiene la mano más poderosa del universo. Cuando todo lo demás se derrumba, la muralla de Dios sigue estando en pie. Cuando todo lo que te rodea se apaga y desaparece, Dios sigue mostrando su gloria en tu vida. Ese es nuestro Dios. Una roca eterna.
Aún en medio de los problemas, se puede ver la gloria de Dios. Solo necesitamos abrir los ojos.
REFLEXIÓN: Dios te da seguridad, y te muestra su gloria.
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