25 de Octubre – Opuesto
“Ustedes estuvieron cuarenta días explorando el país, pues también estarán cuarenta años pagando su castigo: un año por cada día. Así sabrán lo que es ponerse en contra de mi.” Números 14:34
Opuesto
Durante cuarenta días, más de dos millones de personas estuvieron expectantes. Moisés había mandado doce espías a la tierra prometida y esperaban noticias. Finalmente el viaje había terminado, se podían radicar en un lugar. Volverían a tener una casa y a plantar sus semillas. Volvería la normalidad.
Cada familia ya estaba haciendo planes. Todos esperaban a los doce hombres. Y en un momento, lo que era fiesta y alegría se convirtió en problemas y desilusión. Las noticias no eran buenas. La tierra es un paraíso, pero hay gigantes. Da mucho fruto y hay agua en abundancia, pero hay ciudades amuralladas.
Y el pueblo tuvo miedo. Se olvidaron de nuevo quién los estaba guiando, se olvidaron de la roca que dio agua, del mana de cada mañana, de las golondrinas en el desierto, de la ropa que no se rompía, de la nube que daba sombra, de la columna de fuego que abrigaba de noche, del mar rojo abierto, del agua dulce de Elim., se olvidaron de Dios, que los había cuidado tanto durante todo el viaje. Y ahora tenían miedo.
Volvieron a ser desagradecidos, volvieron a equivocarse. Tanto que escogieron llevarle la contra a Dios. Se opusieron a Dios, y sufrieron las consecuencias. Un año caminando en el desierto por cada día que estuvieron los espías mirando la tierra prometida.
Un año por cada día. Si Dios actuara así hoy con nosotros, viviríamos permanentemente en el desierto. Pero hoy aunque nos oponemos a Dios, y le desconfiamos, aunque le damos la espalda y nos olvidamos de sus favores, Él nos sigue teniendo paciencia.
Los israelitas tuvieron que aprender el costo de oponerse a Dios de la manera más dura. El castigo fue pesado y trabajoso. Estuvieron cuarenta años caminando por el desierto. Deberíamos aprender de los errores del pasado, deberíamos aprender que oponerse a Dios siempre tiene consecuencias negativas. Que no hay bendición fuera de la mano de Dios. Que solo hay problemas lejos de su voluntad.
No te opongas a quien es infinitamente más poderoso que vos. No se puede discutir con Dios. Él siempre tiene la razón, aunque no lo entiendas. Tiene la verdad, aunque no la compartas. Dios siempre tiene la justa. Oponerse es un suicidio.
REFLEXIÓN – La oposición no tiene sentido.
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