27 de Abril – Cambiado
«De modo que si alguno esta en Cristo, nueva criatura es, las cosas viejas pasaron;
todas son hechas nuevas.» 2 Corintios 5:17
Cambiado
Hay cosas que te condicionan, que te hacen distinto al resto de los que te rodean. Tu cultura te condiciona. El país donde naciste, los padres que tuviste, tu educación que recibiste, formó en vos ciertas costumbres que son distintas a los demás. No vive igual un adolescente que nació en Zimbabwe que uno que nació en Irlanda. Tienen costumbres de alimentación distintas, tienen una cultura general distinta, tienen alcances a los medios masivos de comunicación distintos. Su vida familiar es distinta, sus trabajos son distintos. Y eso los condiciona.
Tu temperamento también te condiciona. No somos todos iguales. Hay algunos que son más tímido, y otros que son mas exaltado. Algunos se ríen con facilidad, otros tienen vergüenza de hablar. Muchos ven complicada su capacidad de relacionarse con el resto, por su carácter. Y eso también los condiciona.
Tu condición natural de pecador también te condiciona. Nadie en la tierra esta exento de este problema. Cada ser humano esta condenado a vivir bajo el imperio de este mal. Y su mente, sus sentimientos, sus acciones y su vida, esta sometida a este problema. No quedemos evitar de actuar o pensar dentro de un marco de pecado.
Vivimos muy condicionados por todo esto, pero afortunadamente, existe una solución. Todo esto es cambiado por la obra de Cristo. ¡Que glorioso y poderoso Salvador que tenemos que puede hacer tanto! Me maravilla pensar en la grandeza del poder de Dios, que tiene tanta influencia en nuestras pequeñas vidas.
Dios está especialmente interesado en mejorar y modificar tu vida y la mía, por eso nos garantiza que aquellos que estamos en Cristo, somos nuevas criaturas. Dios no pone parches, no arregla las cosas a medias. Nos hace nuevas todas las cosas.
Pero no cambia tu cara, ni te hace más alto, ni te cambia de familia, ni te cambia de país. No modifica tu carácter ni te hace diferente. Lo que Cristo cambia es tu condición espiritual, y al modificar eso, todo el resto puede ser modificado. El poder de Jesucristo te permite enfrentar las cosas que te condicionan y cambiarlas. Te ayuda a superar las trabas cotidianas que te frenan, para lograr tu máximo potencial.
Aunque haya cosas que te condicionan, nada puede determinarte. Cristo puede ayudarte
REFLEXIÓN – Jesús es tu cambio radical.
Comentarios de Facebook