3 de Agosto – Prepárate


“En aquel tiempo Jehová me dijo: Lábrate dos tablas de piedra, como las primeras, y sube a mí al monte.” Deuteronomio 10:1 (NVI)
Prepárate
Las tablas de la ley ya eran un montón de roca rota. Eran solo un recuerdo. Moisés había bajado del monte, de la misma presencia de Dios, porque el pueblo de Israel se había corrompido y estaba adorando a un becerro de oro.
De la indignación, Moisés rompe las tablas donde Dios había escrito con su propio dedo la Ley que le había dicho a Moisés. Tras recomponer el orden en el pueblo, vuelve a ser llamado a la presencia de Dios.
Pero esta vez, Dios le pide que prepare las piedras para escribir la ley. Estaba en el medio de un desierto, sin herramientas, y dejar una piedra lisa para escribir sobre ella no era un trabajo nada sencillo. Para colmo eran dos piedras. Y después del trabajo agotador de alisarlas, tuvo que escalar el monte con esas dos piedras pesadas atadas a la espalda.
Moisés no subió al monte de cualquier manera. Llegó a la cita a tiempo y preparado. Hubiera tenido muchas excusas para no cumplir, como que no tenía tiempo para alisar las piedras, o que le faltaban herramientas, que eran muy pesadas, que ya estaba viejo, o que estaba deprimido porque el pueblo le había fallado. Pero Moisés llegó en tiempo y forma.
No fue fácil el ascenso y llegó muy cansado. Era un hombre grande y habrá sido muy agotador escalar el monte con semejante peso tan incómodo de llevar.
Este relato nos deja una preciosa enseñanza: Preparación. No se puede llegar a la presencia de Dios de cualquier manera. Es necesario estar preparado para ir a Su Encuentro.
Cada vez que vamos a adorarlo en la reunión de la Cena del Señor, deberíamos tener presente este concepto. No es el resultado de una improvisación de último momento, ni asistir para cumplir con el ritual del domingo.
Es un llamado especial de Dios para el cual debemos prepararnos toda la semana, e ir sumando cada día para entregarle en una ofrenda de adoración nuestra devoción a Él.
Cada vez que damos una clase en la escuela dominical, o cantamos un tema de alabanza, o predicamos o presidimos la reunión, Dios espera que lleguemos preparados.
REFLEXIÓN – Preparación o vergüenza.

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