31 de agosto – Judson
«Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones…» Mateo 28:19 (RVR)
¿Conocés a Michael Jackson? ¿a Barak Obama? y a ¿Adoniram Judson? Casi todo el mundo sabe algo de los dos primeros, pero casi nadie sabe quién es Adoniram Judson. Él fue el primer misionero norteamericano en Birmania y en estos días se celebra el aniversario de su llegada al país, también llamado Myanmar.
El folclore del grupo étnico “Karen” cuenta de un libro dorado que Dios les dió. El libro se perdió, pero una profecía predijo que un día, un hombre blanco, vendría a reunirlos con una copia del libro del Dios verdadero. La profecía se cumplió el 13 de julio de 1813 cuando el misionero americano Adoniram Judson y su esposa Ana llegaron a Rangún. Los budistas y animistas de Birmania se resistieron al evangelio. Judson no vió ninguna conversión hasta seis años más tarde.
“Muchas personas temían perder sus trabajos y no querían apartarse de su tradición cultural budista. No se animaban a abandonar sus costumbres tan profundamente arraigadas”, explicó el pastor Maung de la iglesia bautista Judson.
Judson fue encarcelado en junio de 1824 al inicio de la guerra entre Birmania e Inglaterra. Todavía existe de esa época una antigua torre de guardia. Judson y otros extranjeros fueron detenidos y acusados de espiar para los ingleses. Judson dijo que prefería olvidar su sufrimiento en la cárcel. Pero al transcurrir los años, los gobiernos de Birmania incluyendo el actual régimen militar no han logrado impedir el avance del cristianismo y el legado de Judson.
Judson aguantó un viaje abrumador de seis meses, después de haber sido liberado de la primera cárcel. De allí fue llevado a la segunda cárcel, en Mandalay, el mismo lugar donde hoy se encuentra la iglesia bautista Judson. Pasó 21 meses en cautiverio. Posiblemente, su mayor logro, tras su liberación, fue traducir la Biblia al idioma birmanés. Las primeras copias se imprimieron en octubre de 1840.
“Necesitamos conocer y entender la vida de Judson y cómo perseveró por causa del evangelio, y también debemos aprender de él la forma en que vivió y cómo compartió el evangelio. Oren por nosotros para que seamos ejemplo, y oren por esta iglesia. Es un legado importante en la historia de los cristianos birmaneses y los que ministran en las áreas remotas del país. Oren por ellos también”, dijo el pastor Maung.
Los evangelistas luchan por asegurar que las semillas sembradas por Judson hace 200 años sigan creciendo y produciendo fruto para las próximas generaciones.
REFLEXIÓN – ¿Dónde fuiste hoy?
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