9 de Julio – Nieve

«Purifícame con hisopo, y seré limpio; lávame, y seré más blanco que la nieve.» Salmo 51:7
Nieve
El 9 de julio del 2007 fue un día memorable. más alla del nuevo aniversario de la independencia de Argentina, que venimos celebrando desde 1816, paso algo que nos sorprendio a todos. El servicio meterorologico, habia anticipado que iba a hacer mucho frio. Y no se equivocaron. Hoy a la mañana, en varias provincias de Argentina, las familias amanecieron viendo nevar. La ola polar habia llegado a Argentina.
Pero para el mediodia, comenzo a nevar en lugares donde habitualmente no nieva. San Luis, Cordoba, San Juan y Buenos Aires, comenzaron a teñirse de blanco. En Buenos Aires, no nevaba desde 1928. Parecia Bariloche. Los coches con los techos blancos, las veredas blancas. Miraba el jardin de casa y no podia creerlo. El pasto estaba blanco, los arboles estaba blancos, la hamaca de Juampi estaba blanca. Nevo toda la tarde y toda la noche.
La blanca frescura cubria todo. No se sabia que habia abajo. Todo estaba blanco y hermoso. Pero cuando se derrita la nieve, vamos a poder ver de nuevo, la suciedad y la basura que estaba tapada. Estaba esperando el tren esta mañana, pisando sobre la nieve y me acorde de esta frase de David.
Hoy al mediodia, cuando el sol derrita la nieve, se va a poder ver lo que habia debajo. Pero Dios tiene el poder de limpiar sin dejar rastros. La limpieza más profunda y perfecta no se hace con el polvo para lavarropas o con lavandina. La hace Dios con la sangre preciosa de Jesucristo, que sigue teniendo el poder divino de limpiar los pecados.
No tapa las deficiencias, ni aparenta las situaciones con una mano de pintura. Tiene el poder bendito de hacer nuevas todas las cosas. Dios puede limpiar todos tus pecados, que te ensucian y deforman, y dejarte blanco y puro como la nieve.
Dios tiene el poder de limpiar la vida de errores y problemas, de pecados y negligencias, de tonterias y necedades. Solo espera que como David, tengas la humildad de pedirselo. Sus manos estan siempre dispuestas para darte una limpieza profunda y dejarte impecable.
No sigas tapando tus pecados. No podes esconder tu suciedad ante los ojos de Dios. El sabe cada uno de tus errores y quiere ayudarte. Hoy es el mejor momento para hacerlo.
REFLEXIÓN – Dios es tu limpieza profunda.

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