¿Liebre o tortuga?
Una liebre puede cubrir de un solo salto 3 metros, con mucha facilidad; y una vez en el suelo, puede dar saltos en ángulo recto para confundir a su enemigo. Características de un animal emblemático para la tenacidad, la astucia, la vigilancia y la estrategia.
La tortuga es lenta, prehistórica, en peligro de extinción, con visión nocturna excepcional y con la habilidad innata de elaborar estrategias para evitar a su depredador.
Homólogos en “astucia”, ¿no le parece amigo lector? Característica, habilidad, destreza, capacidad que en muchos momentos de nuestras vidas, hubieramos anhelado tener para librarnos del cazador.
La pregunta hoy es: “¿hubiera preferido avanzar 3 metros de un salto y confundir al enemigo? O “¿hubiera deseado caminar lento y meditar, juiciosamente, la estrategia para evitar al depredador?
Si hacemos referencia a la Palabra de Dios, la astucia debe recibirse como un don de sabiduría y discernimiento que se deposita en ti para que muestres, verdaderamente, el camino de Dios para evitar las trampas tendidas del enemigo.
De tal manera, que tu testimonio, cierre la boca de tu opositor y nada se pueda decir en tu contra. (Lucas 20:23, 1ra de Corintios 3:19)
¿Liebre o tortuga? Da igual.
Cuando la astucia no es utilizada para planes malvados (Job 5:13). Que “ya no seamos como niños, que cambian fácilmente de parecer y que son arrastrados por el viento de cualquier nueva enseñanza” (Efesios 4:14). Utilizando tu astucia como un don y gracia espiritual que te libra del camino equivocado, allí, donde habita tu cazador.
Es hora de saltar como liebres y desarrollar visión nocturna excepcional como tortugas. Peticionar a Dios que abra nuestros ojos para contemplar las maravillas de su enseñanza (Salmos 119:18).
Delinear la estrategia audaz para no dar lugar al engaño, que con astucia pecaminosa, nos aparta de la actitud sincera y pura hacia Cristo (2da Corintios 11:3).
¡A correr y saltar como liebres! ¡A admirar el recorrido nocturno con visión excepcional!
Es nuestro llamado para ejecutar Su Estrategia Astuta de Salvación Eterna.
Les bendigo, amigos lectores, en el Nombre de Cristo Jesús.
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